¿Cómo afecta el sol a nuestra vista?
Beneficios y riesgos de la exposición solar
Cuando pensamos en el sol y la salud, lo primero en lo que solemos pensar es en su impacto en la piel. Sin embargo, nuestros ojos están también expuestos a la radiación solar de manera directa. Entender cómo esto puede influir en nuestra salud ocular es clave para proteger nuestra vista sin privarla de los beneficios naturales de la luz del sol.
Beneficios del sol para nuestra salud visual
La luz solar, en dosis moderadas, juega un papel importante en el desarrollo y en el mantenimiento de una buena salud visual, especialmente en niños y jóvenes.
Algunos beneficios son:
• Prevención y control de la miopía: varios estudios han demostrado que pasar tiempo al aire libre, expuestos a la luz del sol, puede reducir el riesgo de desarrollar miopía o frenar en parte su progresión en niños y adolescentes.
• Regulación del ritmo circadiano: la exposición a la luz solar ayuda a sincronizar nuestro reloj biológico, lo que mejora el sueño, el estado de ánimo y la función visual general.
• Estimulación de la producción de vitamina D: aunque no sea un beneficio ocular directo, la vitamina D es esencial para la salud general, incluyendo la función inmunológica y la salud de los tejidos oculares.
Riesgos de una exposición solar excesiva
A pesar de los beneficios que tiene la luz solar, una exposición prolongada o sin protección a la radiación ultravioleta (UV) puede tener consecuencias negativas para la salud ocular:
• Fotoqueratitis: también conocida como "quemadura solar de los ojos", es una inflamación dolorosa de la córnea causada por una exposición intensa a la luz UV, como en la nieve o la playa sin la protección adecuada.
• Cataratas: la exposición crónica a los rayos UV puede acelerar la formación de cataratas, una opacidad del cristalino que afecta la visión con la edad.
• Degeneración macular asociada a la edad (DMAE): aunque hay varios factores en juego, la exposición acumulativa a la radiación UV puede contribuir al deterioro de la mácula, una parte clave de la retina y de nuestra visión.
• Pterigium: es un crecimiento anormal del tejido en la parte blanca del ojo, cerca del lagrimal, que invade la córnea. A veces se nota como una manchita blanca o tela que crece. Además de afectar de manera estética, puede empeorar la vista y, si crece demasiado, llegar a tapar la pupila. Es más común en personas que pasan mucho tiempo bajo el sol sin protección ocular.
¿Cómo podemos proteger nuestros ojos del sol?
La buena noticia es que proteger nuestra vista del sol es sencillo.
Aquí algunos consejos prácticos:
• Usa gafas de sol con protección 100% contra rayos UVA y UVB.
• Complementa con sombreros de ala ancha si vas a estar mucho tiempo al aire libre.
• Evita mirar directamente al sol.
• Anima a los niños a jugar al aire libre, pero con protección ocular adecuada.
Conclusión
El sol es fuente de vida y salud, pero también puede ser un enemigo silencioso para nuestros ojos si no tomamos precauciones. Como en casi todo, el equilibrio es la clave: disfrutar de la luz natural, sí, pero siempre con conciencia y protección.